Santa Flora, mártir cordobesa en el reinado de Abderramán II
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Flora, nacida en Córdoba en tiempos de Abderramán II fue una de las hijas de un matrimonio entre un musulmán y una cristiana...
Ya en aquellos tiempos, en Córdoba, no era de extrañar los matrimonios de diferentes religiones.
Mientras que Flora y sus hermanas eran educadas por su madre, desde muy pequeñas en la fe cristiana, su hermano y único varón del matrimonio, fue educado en la fe mahometana de su padre.
Durante su infancia no había diferencia entre ellas y su hermano y profesaban su fe con toda la libertad que les permitian sus padres.
Pero la suerte no corría a favor a Flora… Y en edad adolescente se queda huérfana de padre, quedando bajo la tutela de su hermano que se había convertido en un fanático musulmán.
Ni Flora ni sus hermanas reciblen la tolerancia por parte de su hermano que habían recibido de su padre. Haciendo éste todo lo posible para que se conviertan a la fe musulmana.
Las hermanas de Flora se convierten a la religión impuesta por su hermano pero Flora se rebela contra éste y es cuando empieza a ser vigilada por su familia no dejándola profesar su fe con la libertad de antaño…
Una noche, muy decidida, huye de la ciudad marchándose a casa de unos familiares de su madre. Pero su hermano la busca y bajo amenazas la lleva de nuevo a Córdoba donde es azotada para hacerla renegar del cristianismo, y aunque la crueldad de su hermano es extrema, se mantiene firme a su fe.
Viendo su hermano que no hay manera, es él mismo el que la denuncia al Cadí y la deja bajo la custodia de éste para hacerla cambiar de actitud.
Pero Flora en su empeño de no dejarse convencer bajo ninguna circunstancia hace ante el cadí y públicamente, su profesión de fe cristiana... A pesar de ser torturada una y otra vez para que renegara de ésta...
Así que es encarcelada en un calabozo y condenada por los jueces a morir degollada.
Cuando llega el día de la ejecución, Flora se arrodilla y hecha la señal de la cruz, es degollada en presencia de toda la ciudad… Su cuerpo quedó expuesto en la ciudad para disuasión de cristianos y demostración de poder musulmán.
Días más tarde lo arrojaron al río Guadalquivir para que los demás cristianos no pudieran darle santa sepultura.
La intolerancia de un hermano hizo que Flora fuera la primera cordobesa mártir de la intrasigencia religiosa.
Torredelcampo